No podemos
hablar de Chartres sin tratar de este azul tan mítico cuyo secretos
de fabricación no nos estan llegados.
Notre-Dame
de la Belle Verrière, vidriera que es una de las 175 repesentaciónes
de la virgen en esta catedral, debe su celebridad a este azul de
cobalto exceptional que, sin embargo, estuvo a punto de desaparecer
durante el terible incendio de 1194.
En efecto, solo el tablón central, aquello de
Maria y de su hijo, ha resistado al desastro.
En este tablón, la virgen, sin aplastarnos,
domina de sus 2m 25 y presenta su niño teniendo un libro sobre
aquello se puede leer la inscripción « omnis vallis implebitur »
: «Todas valles estaran llenadas » en referencia a san Luca que
cita esta frase en preludio de la predicación de san Juan-Batista.
Ponga su
mirada sobre nosotros y en el mismo tiempo mas alla de nosotros, con
grandeza, humildad, pureza, compasión, experiencia, serenidad,
tristeza, sonriso y majestad.
Esta
vidriera sin firma, mitad del XII° siglo, mitad del XIII° siglo,
es la composición de la yuxtaposición de 20 talones distintos.
En su
centro, Maria, Reina, sobre su trono celestial.
Bajo el
trono de la virgen, tres tablones recuerdan el episodio de las
tentaciones de Jesus y seis otros aquel de las bodas de Cana.
Finalmente,
al rededor de la virgen en majestad ocho otros tablones representan
angeles glorificandos el rey niño y su madre.
Al cenit,
el ultimo de los 20 tablones, aquel del espiritu Santo reprentado
por una colombrina cuya cabeza esta cernada por un nimbo crucifero,
iradia sobre ella.
Jamas una
vidriera no habra sido tanta admirada y esto despues de siglos y
siglos.
Jamas color
no habra sido tanta buscada.
Y jamas la
expresión de linda rubia con los ojos azules hablando de la
catedral, rubia por su piedra y azules por Notre Dame de la Belle
Verrière, no habra sido tant significación para sus tan numerosos
admiradores